SILVIA ÁLAVA: “SER RESILIENTE NO SIGNIFICA QUE NO SIENTAS EMOCIONES NEGATIVAS, SINO QUE HAS APRENDID
- Liceo San Pablo
- 20 may 2020
- 2 Min. de lectura
Silvia Álava es psicóloga sanitaria, especializada en psicología educativa, y dirige el Área Infantil en el Centro de Psicología Álava Reyes. También ha escrito libros como “Queremos hijos felices” o “Queremos que crezcan felices”. Hemos hablado con ella para preguntarle qué podemos hacer para educar a nuestros hijos para que sean personas resilientes, cómo evitar la sobreprotección durante el confinamiento o cómo podemos impedir, en la medida de lo posible, que esta situación afecte de forma negativa a nuestros hijos.
Cuando todo esto acabe vamos a tener que hacer un esfuerzo por recuperarnos y volver a la normalidad, levantarnos otra vez y ayudar a nuestros hijos también. Esto se relaciona mucho con el concepto de resiliencia; ¿se puede educar en la resiliencia?
El término resiliencia procede de la física de los materiales: es la capacidad de un material, mecanismo o sistema para recuperar su estado inicial cuando ha cesado la perturbación a la que había estado sometido. Cuando nos referimos a los humanos, la resiliencia es la capacidad de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado de situación adverso.
No hablamos de resiliencia como una capacidad estática, sino como “procesos resilientes” que abarcan múltiples factores que se pueden entrenar, y que se puede enseñar a los hijos. Se trata de fomentar lo que se llama resiliencia proactiva. Para ello:
Evita ser sobreprotector con tus hijos. Los niños cuyos padres tienen un estilo educativo sobreprotector, además de desarrollar menos capacidades emocionales, generan menos procesos de resiliencia. Dárselo todo hecho, o evitar que se tengan que esforzar para conseguir sus objetivos, es un impedimento para el desarrollo de la resiliencia.
No busques culpables. La actitud de víctima es justo la contraria a la de ser resiliente. Se trata de ver qué es lo que cada uno de nosotros puede hacer para solventar o mejorar la situación. Se trata de poner el foco en nosotros, no en los demás.
Trabaja la responsabilidad. Que cada hijo sea autónomo y responsable de sus cosas ayudará a que sea más resiliente.
Enséñales a poner el foco en lo positivo de cada situación; por ejemplo, los buenos momentos que estamos viviendo juntos, estar más tiempo con papá y mamá…
Promueve su autoestima, que se sientan seguros y capaces de resolver las situaciones. No dejes de reconocer sus logros, pero, sobre todo, enséñales a que ellos mismos sean capaces de reconocerlos.
Trabaja la perseverancia. Es una de las fortalezas del carácter más relacionadas con la motivación de logro y una clave fundamental para conseguir los objetivos.
Sé realista y no te equivoques: las personas resilientes también sufren. Emociones como la tristeza, el enfado, la frustración… surgen de forma natural en situaciones como las que estamos viviendo en estos momentos y en los eventos traumáticos. Ser resiliente no significa que no sientas emociones negativas, sino que has aprendido a manejar mejor dichas emociones.

Comments